Infección en la garganta, síntomas y tratamientos

20 de enero de 2023

El invierno, la bajada de temperaturas, los cambios de tiempo, estar más horas en ambientes poco ventilados…, todo ello se asocia a las infecciones de garganta tan habituales en esta época del año. Pero no siempre están causadas por una bacteria, hay varios tipos que veremos a lo largo del artículo. 

Es importante aprender a distinguir los síntomas para que sepamos qué tratamiento para la infección de garganta debemos seguir, y si es necesario acudir al médico para aquellas que requieren antibióticos. 

Cuáles son los síntomas de la infección de garganta

Los síntomas comunes de una infección de garganta incluyen dolor de garganta, dificultad y o dolor para tragar, ronquera, tos, secreción nasal, fiebre y escalofríos. 

Pero aquí tenemos que distinguir entre los síntomas que provoca una infección bacteriana y una viral, porque algunos de ellos cambian. Es importante saber cuál de las dos se sufre porque el tratamiento de la infección de garganta será uno u otro.

INFECCIÓN DE GARGANTA VIRAL

Una infección viral de la garganta es causada por virus como el resfriado común, la mononucleosis o la gripe entre otros. Estos virus se propagan a través del aire al toser o estornudar. Sus síntomas son: 

  • Dolor de garganta.
  • Congestión nasal.
  • Tos.
  • Fiebre. 
  • Malestar general con dolor muscular.
  • También puede haber dolor de cabeza y oídos.

INFECCIÓN DE GARGANTA BACTERIANA

Por su parte, si la causante es una bacteria, como puede ser la Streptococcus pyogenes, que provoca la infección conocida como faringitis estreptocócica, los síntomas son otros, pero sobre todo el tratamiento cambia mucho. La sintomatología puede ser la siguiente:

  • Dolor de garganta intenso.
  • Amígdalas inflamadas.
  • Fiebre alta.
  • Dificultad y dolor al tragar.
  • Manchas blancas o amarillas en las amígdalas.

Cómo saber si tengo infección de garganta

No todos los dolores de garganta se deben a infecciones en ella, de hecho puede que incluso solo sea una irritación de esta parte porque hemos alzado mucho la voz, reflujo o alergias que nos provocan tos y picor en la garganta. 

Saber a ciencia cierta si tienes infección en la garganta debe valorarlo un médico, que tras realizar un examen físico será el que lo dictamine. Si no tiene claro si la infección es vírica o bacteriana, puede hacer pruebas, como tomar una muestra de la garganta para hacer un cultivo y ver si es una bacteria lo que lo provoca. En caso de infección estreptocócica, se recomienda un test de antígeno de estreptococo (RAPID) el cual determina en pocos minutos si la causa de la infección es una bacteria estreptocócica.

Cómo curar la infección de garganta

El tratamiento para una infección de garganta provocada por virus es sintomático, es decir, se enfoca en aliviar los síntomas mientras el cuerpo lucha contra el virus. Los analgésicos de venta libre, como el paracetamol o el ibuprofeno, pueden ayudar a aliviar el dolor de garganta y la fiebre. También se recomienda beber líquidos abundantes para mantenerse hidratado y ayudar a aliviar la congestión nasal. Así como practicar el reposo para que el cuerpo destine toda su energía en acabar con el virus que está provocando ese malestar.

Por otro lado, el tratamiento cuando es de origen bacteriano incluye el uso de antibióticos para poder combatir a la bacteria que causa esa infección. Este tratamiento debe ser recetado y pautado por un médico y es importante tomar todos los antibióticos prescritos, incluso si los síntomas desaparecen antes de que se haya terminado el tratamiento. En caso de faringitis estreptocócica, es necesario seguir el tratamiento durante 10 días para evitar complicaciones como la fiebre reumática.

Además de los tratamientos medicinales para los síntomas de una infección en la garganta, se pueden realizar otras acciones para aliviarlos. Como por ejemplo: 

  • Aplicar compresas tibias en la garganta.
  • Usar un humidificador para ayudar a aliviar la congestión nasal.
  • Realizar gárgaras con agua tibia y sal para ayudar a reducir el dolor de garganta y aliviar la inflamación.
  • Evitar los alimentos y bebidas calientes o ácidos, ya que pueden irritar la garganta.
  • Proteger la garganta de las bajas temperaturas con una bufanda o un pañuelo, tanto en invierno como en veranos por el aire acondicionado. 
  • Infusiones de miel, tomillo y limón.
  • Chupar pastillas de Angileptol que alivian los síntomas de dolor, inflamación e irritación gracias al efecto anestésico de la benzocaína, el antiinflamatorio de la enoxolona y el antiséptico de la clorhexidina.
  • O tomar Angifen que contiene flurbiprofeno, que es un analgésico y antiinflamatorio.

MEDIDAS PREVENTIVAS 

Durante toda la pandemia de la Covid-19 hemos ido aprendiendo, y recordando, medidas de prevención de infecciones. No solo para ese virus en concreto, también para todos los demás. Algunas de ellas son:

  • Lavarse las manos con frecuencia.
  • Cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar.
  • Mantener el ambiente limpio.
  • No compartir objetos personales, como toallas o cubiertos.
  • Evitar el contacto cercano con personas enfermas.
  • Usar mascarilla si se sabe que tienes una infección vírica y vas a estar en contacto con personas inmunodeprimidas.

Causas de la infección de garganta

El dolor de garganta que solemos asociar a las infecciones de garganta, ya sean bacterianas o víricas, puede estar causado por una variedad de circunstancias, que no siempre van asociadas a los cambios de temperatura, virus o bacterias. Estas son algunos de los factores que pueden colaborar en que se produzca una infección de garganta: 

  • Virus: muchas infecciones de garganta son provocadas por virus como el resfriado común o el virus de la gripe.
  • Bacterias: algunas están causadas por bacterias, como el estreptococo.
  • Alergias: hay personas que pueden desarrollar una infección de garganta debido a alergias al polen, el polvo u otros irritantes del aire.
  • Reflujo ácido: el reflujo ácido puede causar inflamación de la garganta y dolor, aunque en ocasiones esto puede derivar en una infección.
  • Fumar: el humo del tabaco puede irritar la garganta y aumentar el riesgo de infección porque la debilita y termina con las defensas naturales de la zona.
  • Irritantes ambientales: el aire seco, el aire acondicionado o la exposición a productos químicos pueden irritar la garganta y aumentar el riesgo de infección.
  • Deficiencias nutricionales: una dieta pobre en nutrientes puede debilitar el sistema inmunológico y aumentar el riesgo de infección de garganta.

Pero esto no quiere decir que te pase siempre que se den alguno de estos factores, porque es importante recordar que, la infección de garganta no siempre tiene una causa evidente. A veces, la garganta se infecta debido a una combinación de factores, como un sistema inmunológico debilitado y la exposición a virus o bacterias.