Existen multitud de mitos relacionados con la salud arraigados en la cultura popular. Hoy descubriremos cuáles son ciertos y cuáles no para saber cómo debemos actuar ante un resfriado y dolores de garganta.
Falso. Ambas son enfermedades infecciosas pero con patologías diferentes. El resfriado es una enfermedad infecciosa leve con síntomas como la tos, congestión, estornudos, secreción nasal y dolor de garganta. La gripe es una infección viral menos leve que el resfriado, que muestra síntomas adicionales como fiebre, dolores musculares, dolores de cabeza y escalofríos.
Verdadero. Los descongestionantes nasales son efectivos y rápidos pero no se deben usar durante mucho tiempo porque pueden irritar.
Falso. A pesar de que los resfriados comunes son estacionales y con más casos en invierno, no hay evidencias científicas de que una exposición al frío en un período corto de tiempo incremente posibilidad de una infección. Sin embargo, nuestros cambios de comportamiento originados por los cambios de estación o temperatura sí que podrían originarlo (por ejemplo, al permanecer más tiempo en lugares cerrados). Puedes ver más información en nuestro artículo de dolor de garganta por frío
Verdadero. Actúa como anestésico y alivia el dolor, aunque si persiste el dolor se debe acudir al médico.
Falso. Aunque la vitamina C tiene numerosas funciones protectoras y la mayoría de población la asocia con la prevención de catarros, aún no se han demostrado sus beneficios.
Verdadero. Las bebidas calientes pueden ayudar a mitigar los síntomas de una garganta seca y áspera. Y la miel actúa como antibacteriana y antiséptica, por lo que mejora los catarros y sobre todo la tos. Aunque los lácteos producen mucosidad, es mejor tomar la leche caliente o sustituirla por agua caliente con limón y miel. Tomarpropóleos en comprimidos también es otra opción recomendable.
Falso. Un adulto sano puede padecer varios resfriados al año, los niños incluso más veces. No necesariamente contraes un constipado por estar bajo de defensas.
Verdadero. Tocarse con frecuencia los ojos, la nariz o la boca con los dedos contaminados hacen que aumente la probabilidad de contagio hacia el resto de órganos del sistema respiratorio. Es recomendable lavarse bien las manos con agua y jabón durante bastante tiempo, sobre todo después de toser, estornudar o atender a una persona enferma.
La infección también se transmite por vía aérea a través de las gotitas originadas al hablar, toser o estornudar, por eso es aconsejable taparse la boca cuando vamos a toser o estornudar.
Verdadero. La disminución de humedad en el ambiente aumenta la probabilidad de transmisión viral, ya que el aire seco permite dispersarse a mayor distancia las gotitas con virus y permanecen durante más tiempo.
Verdadero. Los fumadores tienen más riesgo de coger resfriados y gripe y de sufrir síntomas más intensos. Respirar en ambientes contaminados por el humo del tabaco deteriora las mucosas de vías respiratorias y favorece la penetración de virus y bacterias.
Encuentra en nuestro blog consejos para el bienestar de tu garganta. Descubre cómo prevenir la irritación y cómo combatir el dolor de garganta de forma eficaz, para mantenerla cuidada y protegida, tanto en verano como en invierno
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Fecha última revisión: Febrero 2024
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