¿Conoces la diferencia entre dolor de garganta, amigdalitis y faringitis?

5 de julio de 2016

Son términos que se usan con frecuencia indistintamente pero hay diferencias.

El dolor de garganta suele ser causado por una inflamación desencadenada por diferentes circunstancias como puede ser una infección provocada por virus o bacterias, por quemaduras, etc.

Causas frecuentes del dolor de garganta son la alergia, la faringitis o la amigdalitis.

El tratamiento para el dolor de garganta suelen ser los analgésicos.

La amigdalitis, una de las causas del dolor de garganta, es una enfermedad causada por una infección viral o bacteriana que provoca que las amígdalas se inflamen y duelan.

El tratamiento general para una amigdalitis vírica, como en cualquier infección vírica, está contraindicado el uso de antibióticos, ya que estos fármacos solo son eficaces contra las infecciones bacterianas. Por lo que, en este caso, se recomienda beber líquidos y tomar analgésicos. Sin embargo, si es bacteriana el médico prescribirá antibióticos.
La amigdalitis puede producir síntomas similares a los de la faringitis pero son enfermedades diferentes.

La faringitis, por otro lado, es una inflamación de la orofaringe (incluye las amígdalas, el paladar blando y la úvula) y se caracteriza también por la presencia de dolor de garganta. Incluye dos formas clínicas, faringitis aguda y crónica.

Los síntomas más frecuentes son enrojecimiento y dolor de garganta, dificultad y dolor al tragar, fiebre, cefalea, mal estar general y si se asocia a laringitis, ronquera (disfonía).

El tratamiento también es distinto dependiendo si es faringitis vírica o bacteriana. El tratamiento en la faringitis vírica se sigue para eliminar los síntomas (tratamiento sintomático). Cuando la faringitis es de origen bacteriano, además de tratar los síntomas como en la viral, el médico suele prescribir algún antibiótico.

En los casos es los que haya fiebre y haya mucho dolor e inflamación, el tratamiento anterior habría que acompañarlo con fármacos antipiréticos para bajar la fiebre, analgésicos y antiinflamatorios.

La prevención de estas patologías es similar a la de todas las enfermedades metabólicas, aquí te indicamos algunas medidas a adoptar para prevenir su aparición.