¿Te despiertas constantemente con una tos seca y persistente que te impide descansar? La tos nocturna puede ser muy molesta y afectar significativamente tu calidad de vida. Pero, ¿sabes por qué ocurre?
A continuación, te explicaremos las causas más comunes de la tos nocturna y te daremos consejos para aliviarla y prevenirla.
¿Por qué la tos empeora por la noche?
Cuando estamos acostados, la posición horizontal favorece la acumulación de mucosidad en las vías respiratorias, lo que irrita la garganta y desencadena la tos. Además, algunos factores como la sequedad del aire, los alérgenos y el reflujo gastroesofágico se intensifican durante la noche, empeorando los síntomas.
¿La tos nocturna es tos seca o productiva? Conoce la diferencia
La tos puede manifestarse de diferentes formas, siendo las más comunes la tos seca y la tos productiva. Comprender las diferencias entre ambas te ayudará a identificar mejor la causa de tu tos y buscar el tratamiento adecuado.
- Tos seca: es aquella que no produce mucosidad. Se siente como una irritación en la garganta que provoca la necesidad de toser. Puede ser muy irritante y persistente.
- Tos productiva: se diferencia porque produce mucosidad (flema) al toser. Suele ser menos irritante que la tos seca, ya que el objetivo de la tos es expulsar la mucosidad de las vías respiratorias. Su origen habitual son las infecciones de garganta.
Causas comunes de la tos nocturna
La tos nocturna puede ser especialmente molesta y dificultar el descanso. A continuación, exploraremos las causas más comunes y por qué tienden a empeorar durante las horas de sueño:
- Enfermedades respiratorias:
- Asma: la inflamación de las vías respiratorias característica del asma tiende a empeorar durante la noche, debido a cambios hormonales y a la relajación de los músculos de las vías respiratorias. Esto provoca una mayor sensibilidad a los irritantes y desencadena ataques de tos.
- Bronquitis: la posición horizontal facilita la acumulación de mucosidad en las vías respiratorias inferiores, lo que irrita las vías aéreas y provoca tos, especialmente durante la noche.
- Resfriado común y gripe: causan inflamación y producción de moco, lo que irrita las vías respiratorias. Durante el sueño, la posición horizontal facilita la acumulación de mucosidad en la parte posterior de la garganta, desencadenando la tos.
- Sinusitis: la inflamación de los senos paranasales provoca una mayor producción de mucosidad. Al acostarse, esta mucosidad drena hacia la parte posterior de la garganta, irritándola y provocando tos.
- Alergias:
- Los alérgenos como el polen, los ácaros del polvo y la caspa de mascotas pueden desencadenar una reacción inflamatoria en las vías respiratorias, lo que provoca congestión nasal y tos. Al acostarse, los alérgenos se concentran en el ambiente cercano a la cara, aumentando la exposición y agravando los síntomas.
- Reflujo gastroesofágico (ERGE):
- Al acostarse, el ácido del estómago puede retroceder hacia el esófago con mayor facilidad, irritando la garganta y provocando tos. Además, la posición horizontal puede relajar el esfínter esofágico inferior, lo que facilita el reflujo ácido.
- Otras causas:
- Medicamentos: algunos medicamentos pueden causar tos seca como efecto secundario. La posición horizontal puede intensificar esta sensación.
- Cuerpos extraños: la inhalación de un objeto pequeño puede causar irritación y tos crónica. Durante el sueño, la tos puede ser más intensa debido a la posición horizontal y a la relajación de las vías respiratorias.
- Tumores: en casos raros, un tumor en las vías respiratorias puede causar tos persistente. La posición horizontal puede empeorar los síntomas.
Como puedes comprobar, la combinación de factores como la posición horizontal, la acumulación de mucosidad, la inflamación de las vías respiratorias y la relajación muscular durante el sueño contribuyen a que la tos sea más frecuente y molesta por la noche.
Cómo aliviar la tos nocturna
En primer lugar, deberías conocer la causa que está provocando la tos, de manera que puedas aliviar los síntomas y conseguir descansar mejor. Puedes ir cambiando algunos hábitos en tu rutina para comprobar si son efectivos en tu caso.
- Humidifica el ambiente: ponlo unos minutos antes de acostarte para calmar la irritación de las vías respiratorias. Si además notas que tienes obstrucción nasal, prueba a añadir unas gotas de aceite esencial de menta.
- Eleva la cabeza: dormir con la cabeza ligeramente por encima te ayudará a reducir el reflujo ácido y disminuir la tos.
- Evita irritantes: el humo del tabaco, el polvo, los olores fuertes y los productos químicos pueden irritar las vías respiratorias.
- Higiene nasal: limpiar la nariz con suero fisiológico antes de dormir puede ayudar a eliminar las mucosidades y reducir la irritación.
- Infusiones de miel: la miel tiene propiedades antibacterianas y calmantes, por lo que tomar una cucharada de miel antes de acostarte podría aliviar la irritación de la garganta provocada por la tos.
- Comprimidos para chupar: si la tos va acompañada de dolor de garganta, Angileptol, consabor a mentol o eucalipto, alivia los síntomas del dolor de garganta gracias a su acción 4 en 1.
- Jarabe para la tos: busca en la farmacia la solución para la tos seca o improductiva, como tos irritativa o tos nerviosa, con un efecto que se mantiene durante horas. Angituss evitará que te despiertes con tanta frecuencia.
Prevenir la tos nocturna
Puesto que dormir con tos es agotador, ya que no te deja descansar bien, aquí tienes algunos consejos para evitarla (en la medida de lo posible):
- Mantén tu hogar limpio: limpia regularmente tu hogar para reducir la cantidad de polvo y ácaros. Con especial atención a colchones, almohadas y ropa de cama.
- No fumes: el humo del tabaco irrita las vías respiratorias y puede empeorar la tos.
- Lávate las manos frecuentemente: lavarse las manos con frecuencia puede ayudar a prevenir infecciones respiratorias.
- Vacúnate: la vacuna contra la gripe previene infecciones respiratorias por este virus.
- Hábitos saludables: llevar una dieta equilibrada y hacer ejercicio de forma regular contribuyen a fortalecer tu sistema inmunológico y prevenir infecciones.
- Control de alergias: identifica los alérgenos y toma medidas para reducir la exposición a ellos.
- Manejo del reflujo: realiza cambios en tu dieta y estilo de vida para controlar el reflujo gastroesofágico.
Los tratamientos más habituales para la tos nocturna
Si los remedios caseros no alivian la tos nocturna o si esta persiste durante más de dos semanas, es importante consultar a un médico. Este diagnosticará la causa de la tos y te recomendará el tratamiento más adecuado, que puede incluir:
- Medicamentos: como los expectorantes y los supresores de la tos.
- Antihistamínicos: si la tos la causan las alergias, los antihistamínicos reducen la inflamación.
Si la tos nocturna persiste durante más de dos semanas, empeora o va acompañada de otros síntomas como fiebre, dificultad para respirar o pérdida de peso, es importante que consultes a un médico.