La tos asmática es un tipo de asma en la que la tos seca persistente es el síntoma más evidente, a veces el único. Puede confundirse con un resfriado, alergias o irritación, y por eso muchas personas no la identifican correctamente.
El asma es una enfermedad crónica que inflama y estrecha las vías respiratorias, dificultando la respiración. En muchos casos produce silbidos, dificultad para respirar o mucosidad.
En la tos asmática, ese mismo mecanismo (inflamación y reacción de los bronquios) se manifiesta principalmente como tos seca persistente, en lugar de los síntomas típicos del asma. Este tipo de asma se conoce médicamente como asma variante tusígena.
Diversos estudios señalan que la tos crónica sin causa clara, más de 6–8 semanas, puede responder al tratamiento de asma. (1)
No todas las toses tienen el mismo origen. Por ejemplo, no es lo mismo una tos seca que la tos nocturna o la tos ferina. Entonces, ¿cómo sospechar que podría tratarse de una tos asmática?
Los síntomas más frecuentes de la tos asmática son:
La tos asmática es una causa frecuente de tos crónica: se estima que representa entre un 25 % y 42 % de los casos de tos prolongada. (2)
Si no se trata a tiempo, puede complicarse hacia un asma más «clásico» con silbidos, falta de aire o crisis asmáticas. Por ello, un diagnóstico temprano y tratamiento adecuado mejora la calidad de vida y disminuye el riesgo de complicaciones.
Aunque el tratamiento médico (habitualmente con inhaladores) debe establecerlo y hacer seguimiento un médico especialista, hay remedios caseros para aliviar los síntomas y la irritación de garganta:
Estos pasos reducen la irritación de las vías respiratorias y disminuyen la probabilidad de que se desencadene la tos.
El aire demasiado seco puede irritar las vías respiratorias. Si puedes, utiliza humidificadores o deja recipientes con agua, especialmente en ambientes con calefacción.
Es importante que no olvides la toma de los medicamentos que te hayan recetado aunque los síntomas remitan. Si te han recetado corticoides inhalados, úsalos en la dosis y frecuencia indicadas, aunque no estés tosiendo: ayudan a controlar la inflamación. Ponte alarmas en el smartphone o recordatorios.
El ejercicio puede desencadenar la tos. Si haces deporte o actividad física, calienta antes, haz ejercicios moderados y evita ambientes fríos o con polvo o polución.
Dormir bien y mantener buenas condiciones en el dormitorio (aire limpio, temperatura moderada, sin humo o polvo) ayuda a mantener despejadas las vías respiratorias.
Para aliviar el malestar de la garganta puntual que a veces acompaña a la tos asmática, los comprimidos para chupar Angileptol ofrecen un efecto 4 en 1: combaten la irritación, la inflamación y el dolor de garganta, proporcionando además un efecto calmante que ayuda a sentir alivio rápidamente. Son una opción cómoda para momentos en los que necesitas calmar la tos. No debes tomarlos durante más de 2 días seguidos, sin embargo, junto con los remedios caseros para el dolor de garganta, te facilitan el día a día.
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