¿Qué son las anginas en la garganta?

11 de septiembre de 2025

Seguro que en más de una ocasión has escuchado la frase: «Tengo anginas» o «me han salido anginas». Pero, ¿sabes realmente qué significa? Lo cierto es que detrás de este término tan común se esconde una de las molestias de garganta más habituales, sobre todo en épocas de frío o cuando nuestras defensas están más bajas.

Las anginas no solo se reconocen por el dolor intenso al tragar. También pueden ir acompañadas de fiebre, malestar general o incluso la aparición de placas blancas en la garganta.

Comprender bien qué son, por qué aparecen y cómo se diferencian de otras irritaciones es el primer paso para afrontarlas con calma y sin confusiones. Te contamos cómo.

Qué son las anginas

Las anginas son una inflamación de las amígdalas, esas pequeñas estructuras redondeadas que tenemos a ambos lados de la garganta. Las amígdalas forman parte del sistema inmunitario y actúan como una especie de «filtro» que ayuda a nuestro cuerpo a defenderse de virus y bacterias.

Cuando estas se inflaman, aparece lo que comúnmente llamamos anginas. En lenguaje médico, se conoce como amigdalitis.

Por qué se inflaman las amígdalas

Las anginas pueden deberse a dos causas principales (1):

  • Infección viral: es la más común. Los mismos virus que provocan resfriados o gripe pueden inflamar las amígdalas. En este caso, suelen mejorar por sí solas en unos días.
  • Infección bacteriana: mucho menos frecuente, la provocada por el Streptococcus pyogenes o estreptococo β-hemolítico del grupo A (EBHGA). Estas anginas bacterianas pueden necesitar tratamiento con antibióticos, siempre bajo indicación médica.

El problema es que a simple vista resulta difícil distinguir si las anginas son virales o bacterianas, de ahí que sea recomendable una valoración profesional.

Síntomas de las anginas

El síntoma más característico es el dolor de garganta al tragar, que puede ir de leve a muy intenso. Sin embargo, no es el único. Las anginas suelen acompañarse de:

  • Dolor o dificultad al tragar.
  • Amígdalas rojas e inflamadas.
  • Placas blancas o amarillentas en la superficie de las amígdalas (sobre todo en infecciones bacterianas).
  • Fiebre, que puede ser más alta en los casos bacterianos.
  • Mal aliento.
  • Ganglios del cuello inflamados y dolorosos al tacto.
  • Cansancio general y malestar.

En niños, además, pueden aparecer dolor abdominal, vómitos o inapetencia.

Cómo diferenciar anginas de una simple irritación de garganta

No todo dolor de garganta significa tener anginas. Por ejemplo:

  • Una faringitis es la inflamación de la faringe (la parte trasera de la garganta), y no siempre afecta a las amígdalas.
  • Una irritación leve de garganta por hablar mucho, fumar o respirar aire seco puede causar molestias, pero sin la inflamación evidente de las amígdalas.
  • En las anginas, las amígdalas están visiblemente agrandadas, rojas y, en algunos casos, con pus en la garganta.

Aunque a veces se utilizan los términos de manera indistinta, no es lo mismo un dolor de garganta, la amigdalitis o una faringitis.

Cómo se contagian las anginas

Las anginas se transmiten a través de:

  1. Gotitas expulsadas al toser o estornudar.
  2. Contacto cercano (besos, compartir vasos o cubiertos).
  3. Superficies contaminadas en las que han quedado restos de saliva.

Por eso es habitual que se propaguen rápidamente en entornos escolares o familiares.

¿Cuál es el tratamiento para las anginas?

El tratamiento dependerá de la causa que haya provocado la enfermedad:

  • Anginas virales: los antibióticos no son efectivos.

Se recomienda descanso, buena hidratación, analgésicos o antiinflamatorios para el dolor y la fiebre, y productos que suavicen la garganta (como comprimidos para chupar o infusiones templadas).

  • Anginas bacterianas: pueden requerir antibióticos prescritos por un médico.

Es importante completar el tratamiento incluso si los síntomas mejoran pronto, para evitar recaídas o complicaciones.

En ambos casos, mantener la garganta hidratada y evitar irritantes (tabaco, alcohol, comidas muy picantes) contribuye a una mejor recuperación.

Prevención: ¿se pueden evitar las anginas?

No siempre se pueden prevenir, puesto que son bastante contagiosas, pero sí puede reducir el riesgo con algunas medidas:

  • Lavarse las manos con frecuencia.
  • Evitar compartir vasos, cubiertos, botellas de agua o cepillos de dientes.
  • Ventilar bien las habitaciones a diario.
  • Cuidar la voz y la garganta, manteniéndola hidratada.
  • Seguir hábitos de vida saludables que refuercen las defensas.

Estas pequeñas rutinas pueden marcar la diferencia, sobre todo en épocas de más contagios.

En definitiva, las anginas constituyen una inflamación frecuente de las amígdalas que puede tener origen viral o bacteriano. Reconocer los síntomas cuanto antes permite un diagnóstico adecuado, evitando complicaciones innecesarias.

La atención temprana y las medidas de cuidado generales, como mantener la garganta hidratada y controlar la fiebre, facilitan la recuperación y contribuyen a un tratamiento más eficaz cuando es necesario.

REFERENCIAS:
1. https://www.saludcastillayleon.es/portalmedicamento/es/estrategias-programas/antimicrobianos/revision-guias-sacyl-pran-proa.ficheros/1447717-Faringoamigdalitisaguda.pdf. Consultado 09/09/2025.